23 de noviembre

Salud

Salud Pública municipal estima que en Rosario unas 6.000 personas viven con el VIH

El organismo indicó que entre 4.000 y 4.500 ya tienen diagnóstico y más de 1.200 se atienden a través de tratamientos antirretrovirales en distintos centros sanitarios de la ciudad.

En el marco de las actividades alusivas al Día Internacional de la Lucha contra el Sida, que se conmemora este 1º de diciembre, la Secretaría de Salud Pública municipal reveló que en la actualidad se estima que en Rosario unas 6.000 personas viven con VIH.

Al dar a conocer a conocer las cifras y datos actualizados de la epidemia en la ciudad, el organismo sanitario informó que del mencionado número de pacientes entre 4.000 y 4.500 ya tendrían el diagnóstico. Y se indicó que, con el apoyo del Programa Municipal de Sida (Promusida), la Red de Salud Pública Municipal asiste a más de 1.200 personas con VIH a través de los tratamientos antirretrovirales.

Se destacó que hace 10 años se atendía a unas 400 personas, es decir que se triplicó el número de pacientes en tratamiento. De esta población de afectados, una mayoría se atiende en los centros de salud, alentando de esta manera a dar una mayor credibilidad a los tratamientos médicos encarados.

En relación a la transmisión madre-hijo del VIH, desde el año 1998 la Secretaría de Salud Pública realiza la prueba de VIH a todas las mujeres embarazadas, y desde 2007 se sumó la promoción de la prueba de VIH junto con la de sífilis a los compañeros de las embarazadas, con una perspectiva de responsabilidad compartida y equidad de género.

En este sentido, entre las parturientas la prevalencia bajó de 0,7% al 0,5% en los últimos 10 años, un descenso considerado como leve y gradual. En el país hay jurisdicciones donde este indicador se mantiene, otras donde baja de un modo similar a Rosario y otras donde aumenta en forma leve. Estas variaciones son menores y no concluyentes, en todo caso muestran una estabilidad de la prevalencia global en Argentina, no un aumento permanente como se dio desde el inicio de la epidemia en 1985 y hasta principios de este milenio.

Las poblaciones más afectadas actualmente en el país son travestis y transexuales, con un 37% de prevalencia; le siguen hombres gays, 12%, y usuarios de drogas 6%. En tanto en heterosexuales el número es similar a las parturientas, del orden del 0,4 a 0,6 por ciento.

El modo de transmisión preponderante en nuestra ciudad es la vía sexual, tanto entre varones gays como entre heterosexuales, lo que destaca la importancia del preservativo.

Es importante destacar que han aumentado los casos de personas mayores de 50 años con VIH, muchas con diagnóstico tardío, y en ocasiones enfermos terminales, por lo que se está empezando a trabajar en esta franja etaria con más intensidad y focalización de los mensajes y acciones.

La transmisión madre-hijo en Rosario es de las más bajas del país, en el orden del 2%, y esto se ha conseguido gracias sobre todo a la red de centros de atención primaria de salud de la ciudad y la provincia, que permiten un adecuado y temprano seguimiento de las embarazadas y sus parejas, ofreciendo la prueba de VIH a ambos durante la gestación y la lactancia.

La mortalidad continúa descendiendo gracias a los tratamientos antirretrovirales que se proveen desde el nivel nacional, que desde un pico de 120 muertes anuales en 1997 bajó a 40 en 2013.

Adultos mayores: campaña de prevención 

En el marco de las estrategias planificadas por el “Día Mundial de Acción ante el SIDA”, el municipio lanzó la campaña gráfica en vía pública de prevención y detección temprana de VIH destinada a adultos mayores, la cual fue organizada por el programa que en la materia depende de la Secretaría de Salud Pública y el de la provincia en manos del Ministerio de Salud, con el apoyo institucional de la Asociación de Medicina Interna de Rosario.

La campaña está destinada a los hombres y mujeres entre los 50 y 70 años que nunca se hicieron una prueba de VIH o que no la han hecho en los últimos 5 años.

“Nunca te hiciste una prueba de VIH? Ya es hora!” es la frase principal de los carteles que se están colocando en la vía pública de toda la ciudad con fotografías de adultos mayores.