Gilles Lipovetsky: “Es imperativo que se le dé a la formación artística la importancia que se debe”
El filósofo y sociólogo francés dio inicio al XIV Congreso de Ciudades Educadoras con una charla magistral titulada «Ciudades educadoras, ciudades creativas: caminos para la convivencia».
En el marco del XIV Congreso Internacional de Ciudades Educadoras, que se está llevando a cabo en la Franja Joven del río y los CMD Noroeste y Sur, el filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky fue el encargado de dar el puntapié inicial con una clase magistral realizada en la tarde del miércoles 1º de junio.
A sala llena, Lipovetsky comenzó su charla magistral haciendo hincapié en ilustrar dos conceptos: el de Ciudad Educadora y Ciudad Creadora, esenciales para “las búsquedas de nuevas vías para que podamos convivir como sociedad”.
Contextualizando social e históricamente el concepto de Ciudad Educadora, remarcó el cambio de paradigma en el que el trabajo material se reemplazó por el capital humano, el capital de conocimiento e inteligencia, creando lo que él denomina “ciudad hipermoderna”. Teniendo en cuenta esto cree necesario “alentar y acelerar el aprendizaje en todas las regiones metropolitanas del planeta”.
En el marco de la clase magistral llevada a cabo en el Centro de Expresiones Contemporáneas, remarcó que “la escuela ya no alcanza, hay mucha deserción escolar, lo que es un verdadero escándalo”. Esta situación genera un conflicto aun mayor, ya que “la evolución de las nuevas tecnologías, las nuevas organizaciones del saber hacen que sea necesario seguir formándose permanentemente”.
Y aquí es cuando entra en juego la ciudad que en el marco de la hipermodernidad debe “completar y estimular tanto a individuos como empresas para que adquieran conocimientos adaptados a la población”.
“Se trata de que las ciudades corrijan las desigualdades de la vida. Desde la educación inicial, primaria y secundaria creando sinergias, ayudas y estímulos. Tirando abajo paredes y muros y estableciendo alianzas entre los participantes”, subrayó.
Aclaró que según su visión “el territorio tiene una importancia crucial” en el desarrollo de las Ciudades Educadoras ya que en el mismo se generan interacciones, cruces de individuos, integración así como también ahorro de tiempo y dinero.
Recalcó también que para la creación de Ciudades Educativas “es imperativo que se le de a la formación artística la importancia que se debe. El arte es algo que se aprende, que se cultiva, no es un don divino. Hay que darle a los jóvenes herramientas para que puedan desarrollar el arte”.
“No basta con una formación cívica y moral, como la que se da en la escuela, para lograr la integración social, no es eso lo que les va a dar ganas de continuar la vida” y añadió “los jóvenes necesitan una pasión que les permita aumentar su autoestimulación y desarrollarse. Están cada vez más desorientados”, agregó.
“Las sociedades tienen la responsabilidad de la felicidad de los individuos”, señaló el filósofo francés en el Centro de Expresiones Contemporáneas, convertido en un amplio auditorio.
Cuando la ciudad responde a los deseos de creación de los individuos, surge la Ciudad Creativa necesaria también para el desarrollo económico ya que atrae “profesionales y artistas que son fuente de riqueza”, indicó.
“Propongo que tengamos un modelo de Ciudad Educativa que vaya más allá de las elites intelectuales e integre el tejido social”, incentivó. A su vez remarcó que “no puede haber Ciudades Educadoras sin Ciudades Creadoras” y viceversa.
Y para finalizar, remarcó: “Tengo la seguridad que Ciudades Educadoras y Ciudades Creativas son una sola” y añadió “deseo que la ciudad educativa se transforme en la realización y la creación de una vida bella, digna”, aclarando que “nuestra política tiene que ser una política democrática del arte; democrática como ideal humano”.