23 de noviembre

Cultura

Capacitación

Continúa el ciclo de Conversaciones con el Rock

Los músicos Tutu Rufus y Adrián Carlesso brindaron un workshop sobre bajo y batería en el Galpón 11.

En el marco del ciclo Conversaciones con el Rock, organizado por el programa Ceroveinticinco y el Galpón de la Música el martes 18 de junio Tutu Rufus y Adrián “Taka” Carlesso brindaron un workshop en el Galpón 11.

Estos encuentros gratuitos que se realizan todos los martes desde el 26 de mayo hasta noviembre, son propuestos por la Escuela de Rock como un ciclo de charlas abiertas, clínicas de exploración sonora y espacios de creación musical destinados a jóvenes y público interesado, con el fin de pensar el hacer musical en un contexto de constantes desafíos junto a productores, artistas, diseñadores y trabajadores de la industria.

La clínica de bajo y batería dictada por Tutu Rufus y Adrián Taka Carlesso respectivamente, se basó en conocimientos técnicos, estilos y expresión rítmica. Además se trataron aspectos relacionados a la exploración de las posibilidades tímbricas de los instrumentos; cómo grabar bases en estudio, la importancia de la solidez musical y criterios para seleccionar equipamientos, entre otros aspectos.

Pasadas las seis de la tarde, Rufus (actualmente trabajando con San Telmo Lounge, Julián Venegas, Chicosvaca, Leonardo Piantino y sus Ratas Calientes, e Ike Parodi) y Carlesso (baterista de Roque Narvaja, Macaferri & Asociados, Flor Croci, e Ike Parodi) subieron a escena ante la mirada atenta del público congregado en el Galpón de la Música. Luego del saludo inicial, los músicos comenzaron su presentación con la interpretación de What you won´t do for love, track de Victor Wooten incluído en su álbum What did he say.

Inicialmente tomó la palabra el bajista de San Telmo Lounge, quien destacó la importancia de trabajar melódica y armónicamente las canciones, además de practicar sobre temas que gusten a cada instrumentista. Carlesso, por su parte, habló sobre el shuffle, un ritmo básico que nació como acompañamiento del blues. Luego de cuestiones específicamente técnicas y de notación musical, el percusionista repasó algunos ejes fundamentales según su criterio, sobre los que debe basarse un buen baterista: lograr un adecuado balance entre los distintos rangos dinámicos, resaltar la importancia de la música sin caer en la extremada racionalización de la técnica, poseer un buen audio a la hora de tocar y grabar y generar eficiencia rítmica.

Minutos más tarde, luego de que Rufus también mencionara la importancia de no sobrecargar las canciones, ambos músicos denotaron sincronía y precisión con la interpretación de un tema de Jamiroquai. Luego de dos horas de seminario, el cierre fue con la Drum’n’bass jam, con chicas y chicos de la Escuela de Hip Hop capitaneados por su docente Likuid, que realizaron improvisaciones incendiarias con el soporte de bajo y batería de fondo. Un final perfecto para una clínica impecable.

La voz de los protagonistas, el público y la organización

Consultados sobre este tipo de propuestas que propician el acercamiento de público joven a instancias de aprendizaje musical, intercambio de experiencias y dinámicas de encuentro, ambos músicos coincidieron en resaltar aspectos positivos. Carlesso, por su parte, afirmó: “Me parece fantástico, creo que el Estado necesita apostar a esto, que se siga desarrollando y continúe generando entusiasmo. A mí la música me salvó la vida. Por ahí hay alguien que está en una situación similar o que simplemente tiene a la música como algo que le entretiene la mente. Sostengo que la cuestión fundamental es tener ese cable a tierra, o vía de escape, cada uno lo llamará como quiera, que te libere. Es primordial que la gente tenga algo así para acompañar la vida cotidiana”.

Rufus coincidió con su colega resaltando la importancia de participar de estos encuentros, iniciar un proceso de educación musical, aprender a tocar un instrumento y por sobre todas las cosas, disfrutar y compartir. “Después se van dando otras cosas quizás, como shows, giras y viajes, que son experiencias maravillosas. Pero lo más importante es disfrutar”, remarcó.

Por el lado del público, el baterista y músico Maximiliano Giannazzo, comentó que la clínica le pareció “muy buena” y que ambos protagonistas supieron generar un provechoso ida y vuelta con las y los presentes. “Se comunicaron muy bien y se entendieron los conceptos que explicaron. Eso está buenísimo, porque de esa manera la gente pueden interiorizarse sobre la labor que implica ser un músico profesional”.

Giannazzo tambien subrayó lo positivo que es el darle lugar a seminarios de este tipo, porque “todo lo que es educativo, en cualquier área, construye cultura y ciudadanía. Es importante que el Estado apoye estas movidas, las publicite, y las difunda para que lleguen a todos los lugares donde se pueda. De ese modo mucha gente tendrá la posibilidad de inspirar y crecer”, concluyó.

Por otro lado, Giselle Romano, coordinadora del programa Ceroveinticinco de la Secretaría de Cultura y Educación Municipal, aseguró que el ciclo apunta a “generar un espacio de encuentro en relación a la cultura del rock, a indagar y abrir el debate respecto de temas que hacen a la escena musical. Si bien la propuesta conserva el sello de la Escuela de Rock, esta primera instancia es una invitación a otros públicos, no necesariamente músicos”, explicó.

Romano añadió: “La idea es abrir el juego y construir cada martes en el galpón, un espacio donde no solo se aprenden herramientas técnicas referidas a un instrumento sino también se comparten experiencias, valores y modos de hacer colectivamente, poniendo en duda y crisis a veces ciertos paradigmas”.

Próximos encuentros de Conversaciones con el rock

Comunicación y prensa. Martes 2 de julio, 18 h. Ángel Del Re (Concepto Zero), Guillermo Montironi (Mono, Sala de las Artes), Morena Velázquez.

Derechos intelectuales. Martes 16 de julio, 18 h. Sindicato de Músicos de Rosario, Instituto Nacional de la Música.

Clínica de producción. Martes 30 de julio, 18 h, a cargo de Juani Favre e Ignacio Molinos.

Diseño de Escena. Martes 28 de septiembre, 18 h.