Plaza del Triángulo: un espacio recuperado y puesto en valor con el impulso de los vecinos
El trabajo conjunto entre el municipio y residentes de barrio Acindar permitió transformar un terreno abandonado en un parque público adaptado a las necesidades de las familias.
La Plaza del Triángulo, como se conoce en barrio Acindar al parque ubicado en Ramón Lista y Laprade, incorporó en los últimos dos años múltiples mejoras y transformaciones que la posicionan como un espacio público de calidad. Fueron precisamente los vecinos y vecinas del lugar quienes se juntaron, soñaron y proyectaron un lugar donde poder compartir momentos, mateadas y hasta el proyecto de contar con un equipo de beach vóley que represente al barrio.
La Municipalidad de Rosario, a través del Presupuesto Participativo, puso a disposición de los vecinos y vecinas de Acindar un canal de diálogo permanente con el objetivo de intervenir de forma directa y continua un espacio que "hasta 1996 era un tinglado con yuyos y abandonado", según recordó Marita, presidenta de la Vecinal de Acindar y referente para muchos de los habitantes de la zona.
El resultado del trabajo conjunto a partir de la participación ciudadana fue la consolidación de un espacio público puesto en valor para lograr que las familias del barrio tengan una plaza adaptada a sus necesidades.
“Todo el mundo pedía un espacio verde para que los chicos jugaran y la Municipalidad pudo atender el reclamo a través del diálogo permanente con los vecinos, así se trabajó durante este tiempo la puesta en valor del espacio público en pequeñas etapas progresivas", señaló Juan Manuel Ferrer, director del Distrito Sudoeste.
Por otra parte, el funcionario valoró la capacidad del municipio para atender reclamos particulares de cada barrio, a partir de un Estado municipal que brinda respuesta de manera descentralizada, y destacó "el poder del diálogo y la palabra del vecino como autoridad para transformar la fisonomía de los barrios por un lado, y por el otro el valor de una gestión municipal que dispone cada vez de más canales para abrir ese diálogo y llevar a los hechos lo que los ciudadanos proyectan".
Un trabajo sin prisa pero sin pausa
El espacio comenzó a planificarse de a poco. En un primer momento se realizaron tareas de limpieza, luego se colocaron los juegos y poco a poco la plaza fue creciendo. En las últimas etapas se confeccionaron los senderos y caminos, que conectan los tres extremos del triángulo y sus tres lados con el centro de la plaza. Luego se colocaron los bancos y las mesas, con el objetivo de hacer más cómoda y amena la estadía de quienes disfrutan del lugar.
Más tarde se delineó y cercó una cancha de beach vóley sobre el campo, con el fin de ofrecer a los jóvenes un lugar donde poder practicar un deporte al aire libre. Estas acciones trajeron aparejadas obras de repotenciación de luminarias, tanto en la plaza como en la zona, y luego se instalaron las estaciones aeróbicas para poder practicar ejercicio a cielo abierto a todo hora y de manera accesible.
Además, en el último tiempo los grupos Scouts Perito Moreno y Juan Pablo II se sumaron a colaborar con las mejoras de la plaza, incorporando color a cada uno de los mobiliarios urbanos, en un proyecto denominado Plazas movilizadas, desarrollado a través del programa Ingenia del Gabinete Joven de la provincia.
También proyectaron una tarde de capacitación sobre reciclaje con los más jóvenes del barrio, otra sobre el cuidado del medio ambiente y posteriormente se abocaron a pintar los elementos del espacio público, que culminó con la realización de un mural con un textual de Eduargo Galeano: «Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo». Desde su cuenta de Facebook mostraron cómo fueron las jornadas de trabajo en la plaza.
Está previsto además que en los próximos días, través de otra de las instancias de participación como son los consejos barriales, el municipio lleve adelante una plantación participativa con los jardines de infantes del barrio, permitiendo incorporar un sector de sombra natural al parque
Un poco de historia
"Era 1996, y todavía se estaban proyectando algunas casas, había un tejido que dividía al barrio a la mitad", rememoró Marita y mencionó la participación de Patricia Capaño, una vecina comprometida en comenzar la transformación de un lugar abandonado para convertirlo en un espacio de encuentro de familias y de juegos para los más chicos.
Vecinas y vecinos debieron sortear diversas cruzadas para mantener el espacio público. "Las vecinas trabajaron y trabajan mucho para mantenerla, con decirte que hubo episodios en los que, para evitar una ocupación, montábamos guardia con reposeras y nuestros equipos de mate todas juntas", señaló Marita para dejar en claro el objetivo central que mantuvieron los habitantes del lugar y al que nunca renunciaron: transformar ese espacio en una plaza familiar.