Fiestas sin pirotecnia: cómo cuidar a los que más queremos
Si bien su uso está prohibido en Rosario desde 2013, la Municipalidad recuerda los riesgos de utilizarla y cómo afecta especialmente a niños y mascotas.
La Municipalidad de Rosario brinda una serie de recomendaciones para evitar lesiones y lastimaduras por manipulación de pirotecnia en estas fiestas. Si bien su comercialización, tenencia y uso está prohibido por la Ordenanza 9166 de 2013, es importante recordar los riesgos de utilizarla y cómo afecta especialmente a niños y mascotas.
La recomendación principal es no utilizar pirotecnia, pero en caso de hacerlo es importante comprar y utilizar productos autorizados y con sello del Registro Nacional de Armas (RENAR). Independientemente de que algunos elementos sean permitidos, no deben ser utilizados por niños incluso con supervisión de adultos. La pirotecnia clandestina aumenta los riesgos ya que por lo general es de fabricación precaria.
Entre los riesgos de la manipulación de materiales pirotécnicos se encuentran quemaduras, mutilaciones o lesiones graves con consecuencias irreversibles en algunos casos. Además, el manejo incorrecto de estos elementos puede generar incendios.
En caso de accidentes por pirotecnia, es fundamental concurrir en forma urgente a un centro asistencial o llamar al SIES 107 (Sistema Integrado de Emergencia Sanitario).
En este sentido la Secretaría de Salud Pública a través del SIES aconseja:
Evitar que los niños utilicen estrellitas y bengalas ya que pueden provocar daños oculares, incluso quemaduras de consideración. Si se usa dichos elementos tiene que ser bajo supervisión de un adulto en espacios bien abiertos, nunca entre edificios, tampoco cerca de vehículos, garrafas, personas o animales.
Jamás detonar la pirotecnia dentro de elementos de vidrio o metal, ya que puede provocar serias lesiones por esquirlas.
Evitar encender petardos con mechas cortas ya que no dan tiempo de alejarse a quien los enciende.
No llevar pirotecnia dentro de los bolsillos, ya que por fricción o calor pueden explotar, y tampoco almacenarla en lugares donde la temperatura puede aumentar.
En caso que el producto no explote, descartarlo, no acercarse y, en lo posible, mojarlo con abundante agua.
La pirotecnia no se debe encender sosteniéndola con la mano, sino apoyada en el suelo, alejándose inmediatamente a una distancia prudencial, y evitar hacerlo con cigarrillos, resistencias o papeles
Ante explosiones cercanas, proteger los oídos de los niños más pequeños.
No almacenar ni hacer detonar elementos de uso pirotécnico cerca de materiales inflamables, como fósforos, encendedores, fuentes de calor, calefones, parrillas, entre otros.
Ante condiciones climáticas ventosas, ser cuidadoso al encender los productos aéreos, como cañas voladoras y globos de papel.
En caso de quemaduras por ignición de la ropa, sofocar el fuego con una frazada o hacer rodar a la víctima por el piso. Advertir a la víctima que no corra y no colocar ningún tipo de cremas, ungüentos caseros, pasta dental o pomadas a fin de evitar infecciones.
Del mismo modo, cuando los ojos resulten comprometidos con traumatismos o quemaduras por pirotecnia no se deben tocar ni aplicar absolutamente nada. En caso de ser afectada otra parte del cuerpo, sumergir la zona lesionada en forma urgente en agua fría, lavarla luego con jabón y agua limpia, cubrir la zona con toallas limpias y trasladar al paciente al Centro de Salud más cercano.
Cuidados con los animales
La pirotecnia y fuegos artificiales con fuertes explosiones pueden generar un grave impacto en los animales sobre todo en perros y gatos provocándoles palpitaciones, taquicardia, temblores, náuseas, jadeo, desorientación y ataques de pánico, entre otros síntomas. Los efectos en los animales son diversos y de diferente intensidad y gravedad.
Los animales tienen un oído sumamente delicado y agudo, escuchan hasta 60 veces más que los humanos y por ello los estruendos provocan que se escapen en busca de protección quedando expuestos a accidentes o a extraviarse.
Entre otras recomendaciones se recuerda:
Proteger los oídos de los perros y gatos con tapones de algodón que reduzcan los ruidos.
Nunca dejar a los animales atados ni utilizar jaulas.
En caso que el animal quede solo en el domicilio dejar un ruido de fondo como la radio o el televisor encendidos para tapar las explosiones.
Es importante que los animales no tengan acceso a patios y balcones ya que en un estado de alteración pueden arrojarse al vacío.
En el caso de utilizar una medicación es fundamental hacer la consulta con el veterinario.
Para evitar un escape, buscar un lugar asilado y seguro, como por ejemplo una habitación no muy pequeña donde el animal previamente se sienta cómodo para que descanse.
Es importante tener en cuenta que los perros y gatos que viven en la calle también son perjudicados por los estruendos provocados por la pirotecnia.