26 de noviembre

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Impiden cinchada en zona oeste: hubo seis demorados y se secuestraron carros y caballos

Fue durante un operativo ordenado por la Justicia, realizado el domingo 15 de marzo en Wilde y Urquiza. Un menor quedó a disposición del Juzgado competente y los 5 mayores recuperaron la libertad.

En la tarde del domingo 15 de marzo, se desarrolló un operativo ordenado por la Justicia en la zona oeste de Rosario que culminó con seis personas detenidas y cuatro carros y sus respectivos caballos secuestrados, debido a que éstos estaban siendo utilizados para una cinchada.

El procedimiento, dispuesto por la fiscal Mariana Pieretti, tuvo lugar en Wilde y Urquiza y en él intervinieron efectivos de la Unidad Regional II de la policía de la provincia de Santa Fe junto a inspectores, arrieros y veterinarios de la Dirección de Control Urbano, quienes se encargaron del secuestro de los carros y los caballos y su traslado al corral municipal.

Entre los 6 detenidos había un menor que quedó a disposición de un juzgado competente, mientras que los 5 mayores recuperaron la libertad y seguirán siendo investigados dentro de la causa que se inició por violación a la Ley Sarmiento (N° 14346). También se secuestró una pistola calibre 16 y una bolsa con municiones.

El operativo se enmarca en el combate y represión a este tipo de delitos, una política institucional ejecutada por la Oficina de Maltrato Animal de la Fiscalía Regional 2ª, según se informó desde el área de Comunicación de la dependencia judicial.

Se recuerda que una semana antes, en el mismo lugar, otras dos personas fueron detenidas y sus respectivos carros secuestrados por este mismo tipo de prácticas. En relación al operativo, el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, explicó que “es una práctica prohibida, que denota una crueldad extrema, por eso colaboraremos con cada uno de los fiscales que tome intervención en este tipo de casos”.

“Las cinchadas son competencias prohibidas que se realizan entre dos carros, los cuales tiran hacia lados opuestos atados en sus extremos por una soga, midiendo las fuerza de los caballos y donde termina ganando quien arrastra al otro. Es una práctica absolutamente repudiable, en la que se evidencia un claro desprecio por los animales. Además muchas veces se levantan apuestas ilegales y otro tipo de acciones que debemos erradicar”, describió Seghezzo.