Debatieron sobre el derecho a transitar la ciudad desde una mirada feminista
Como cierre de agenda #MarzoDeMujeres se desarrolló el conversatorio sobre Género y Movilidad convocado por el municipio para abordar diferentes situaciones que atraviesan mujeres y disidencias.
Como cierre de la agenda #MarzoDeMujeres se llevó a cabo el pasado miércoles 31 el convesatorio virtual "Espacios públicos, ¿para quiénes? El derecho a la ciudad desde una mirada feminista, la movilidad como un medio para ese derecho", convocado por el municipio en el marco de la extensa programación de actividades en torno al Día Internacional de la Mujer.
Organizado por la Secretaría de Género y del Ente de la Movilidad, dicho ámbito permitió que un nutrido número de participantes accediera a un debate intenso y diverso sobre las problemáticas y desafíos que afrontan las mujeres y disidencias en su tránsito por la ciudad, con un destacado conjunto de expositoras locales e internacionales.
Mariana Caminotti, secretaria de Género y Derechos Humanos del municipio, remarcó en la apertura el desafío de impulsar políticas de movilidad que apunten al uso de la ciudad desde una mirada feminista, donde mujeres y disidencias sean sujetos de derechos en un diálogo plural que incluya el Estado, la sociedad y las autoridades de diferentes áreas.
Por su parte, Eva Jokanovich, secretaria de Movilidad, destacó el derecho de las mujeres a diseñar y pensar cómo habitar la ciudad, y señaló la importancia de trabajar para revertir las desigualdades no sólo en cómo las mujeres se apropian y circulan por la ciudad sino también en su inserción laboral en el mundo del transporte y la movilidad.
Ofelia Retamozo y Marisa Muñoz, representantes de redes de mujeres, junto a Karina Severini de Mumalá, compartieron la experiencia de la encuesta sobre género y movilidad que llevaron a cabo y que permitió relevar el maltrato que viven las mujeres cuando transitan las calles. Ello posibilitó cambiar la mirada sobre cómo la inseguridad es una problema compartido pero no es vivido por igual entre varones y mujeres, ya que a las últimas las limita en oportunidades y en el tránsito por la ciudad. La misma permitió también junto al municipio plasmar en acciones concretas las propuestas realizadas.
Por su parte, Mariel Figueroa, Yamila Riego, Celina Devigili y Camila Wisnieswki, desde diferentes disciplinas y organizaciones que impulsan el uso de la bici como movilidad sustentable y amigable, y desde una mirada feminista sobre la movilidad, plantearon la importancia de consolidar este medio de transporte por los múltiples beneficios que conlleva no sólo en lo personal, sino principalmente en lo colectivo. Al pensar las ciudades desde una mirada feminista se estará incluyendo, visibilizando y mejorando las condiciones de vida de todos en el espacio público. Destacaron también la importancia de promover la participación ciudadana que garantice la diversidad de género desde la planificación hasta la aplicación de políticas públicas. “Todo lo que nos rige es desigual y totalmente inequitativo para las mujeres. Las ciudades no sólo son pensadas por los hombres sino también por quienes conducen vehículos motorizados. Necesitamos más equidad” planteó Figueroa.
Luego, Pía Lesgart y Paula Bisau visibilizaron con datos y estadísticas cómo las mujeres y varones transitan los espacios públicos de manera diferente, y abordaron la cuestión de la seguridad urbana desde dos perspectivas: los siniestros viales y el acoso callejero, destacando la importancia de la paridad en gerencias y cargos ejecutivos que permitan pensar las ciudades desde una mirada colectiva y feminista para construir futuros donde cese la sensación de alarma que muchas mujeres y disidencias tienen al salir a la calle.
“Entender lo que sucede en el espacio público y el transporte público es esencial porque son los que dan acceso a los servicios y posibilidades que una ciudad ofrece”, concluyó Bisau.
Con todo, el conversatorio permitió visibilizar las situaciones de violencia -incluyendo el acoso- hacia las mujeres y disidencias, así como su desigual acceso al uso y disfrute del espacio urbano; socializar estrategias de abordaje que se vienen desarrollando desde el municipio y desde las organizaciones; y pensar colectivamente otras que puedan implementarse.