Mujeres que construyen: historias de rosarinas que con su trabajo potencian el turismo en la ciudad
Norma Cardozo, Silvina Giandoménico y Victoria Lotto cumplen destacadas labores en diferentes rubros. Son parte fundamental del crecimiento y desarrollo de la actividad turística en Rosario.
A lo largo del mes de marzo, destinado a visibilizar y reivindicar la lucha de las mujeres, la Municipalidad de Rosario, a través de la Secretaría de Deportes y Turismo, destacó el rol de quienes dejan su marca y aportan a potenciar el turismo en la ciudad, promoviendo la construcción de una actividad más justa e igualitaria.
En este contexto y bajo el nombre Mujeres que construyen, una gerenta hotelera, una guía de turismo y una profesora de Stand Up Paddle comparten sus historias y cómo se abrieron camino en su profesión, a la par que animan a sus pares a ser parte de un rubro que viene experimentando un fuerte crecimiento y desarrollo en la ciudad en los últimos años.
Mujer hotelera
Silvina Giandoménico es ingeniera industrial y hotelera. Ella, sus padres y sus hermanos emprendieron el proyecto de hacer un hotel en pleno centro de la ciudad y lo concretaron en 2010. Hoy es la gerenta de Roberta Rosa de Fontana Suites, y conjuga su labor con la maternidad.
“Comenzamos desde cero, sin ningún tipo de conocimiento previo en hotelería, pero siempre nos interesó el tema del turismo y potenciar a Rosario como una ciudad turística”, cuenta Silvia, y aclara: “Es un negocio difícil porque son los 365 días del año, las 24 horas; me ha tocado estar en recepción un día de la madre”.
A pesar de la alta demanda que requiere el trabajo, asegura que puede integrar muy bien la maternidad con su labor, especialmente gracias a la tecnología que le permite muchas veces trabajar desde su casa, mientras cuida de sus hijos.
"A las mujeres que tienen previsto comenzar un emprendimiento vinculado con el turismo en Rosario, le diría que no tengan miedo, que no hay trabas por el hecho de ser mujer, que es algo lindo y el turismo deja muchas satisfacciones”, concluye Silvia.
Mujer guía
Norma Cardozo es guía de turismo de Rosario y es parte esencial en el crecimiento turístico de la ciudad en los últimos años. Comenzó a trabajar en el Monumento Nacional a la Bandera y sus primeras experiencias fueron con grupos de niñas y niños que llegaban para realizar sus promesas a la bandera en la Cuna de la enseña patria.
“Esta profesión me encanta por todos los conocimientos que uno adquiere y también por tratar con distintos tipos de personas”, afirma Norma, aunque admite: “Cuando los demás descansan, yo trabajo, pero en general es la vida del guía”.
“Soy mamá y a veces es complicado cuando uno se quiere sentar a estudiar con niños alrededor demandando, es difícil, pero siempre sale”, explica y comenta que en Rosario la mayoría de las guías de turismo son mujeres: “La mujer le aporta calidez al recorrido, no dejamos de tener esa parte de madre, especialmente cuando trabajamos con niños, pero no significa que los hombres no le pongan empeño al trabajo, sino que nosotras vamos más al detalle”.
“A las mujeres que quieran dedicarse a esta profesión quiero decirles que no es sencilla, hay que ser muy perseverante, hay que estudiar mucho, pero persistan porque es una profesión que da muchas satisfacciones”, sostiene Norma.
Mujer en el río
Victoria Lotto es profesora de Educación Física y hace cinco años fundó India Paddle Surf, la primera escuela de Rosario para enseñar este Stand Up Paddle (SUP), deporte que hoy crece en todo el mundo. Comenzó a practicar la disciplina en una playa en Brasil, se enamoró y quiso llevarlo a su ciudad.
En 2015 compró su primera tabla, al año siguiente sumó tres más, y se planteó: “Quiero estar en la playa, quiero enseñar este deporte, quiero que mi vida sea rodeada de sol y de agua”. Hoy la escuela que creó se hizo grande junto a sus dos socias, Andrea y Marina, y ya son once profes en el staff.
“Para las mujeres el deporte es más sencillo porque nosotras somos mujeres enseñando, los varones tienen que ceder un poco a que una chica venga a enseñarles algo, lo que más nos ha costado es que los varones confíen y se entreguen a que las mujeres podemos explicarles cómo funcionan las cosas”, menciona Victoria.
Si bien lo practican hombres y mujeres, cuenta que “no hay un deporte tan netamente femenino como éste", y considera: "Quizás por su ritmo, por su swing, el equilibrio de estar en el agua, esa mezcla de fuerza y calma que seduce tanto”.
"Este espacio y este trabajo a mí me permitieron ser la mujer que quiero ser; India me hizo fuerte y muy feliz", remarca entusiasmada.