24 de noviembre

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De residuo a combustible: continúa la campaña de recolección de aceite vegetal usado

Cada mes se recolectan unos 20.000 litros aportados por vecinos y locales gastronómicos, destinados a la producción de biodiésel para el transporte urbano, donde se testeó exitoso resultado.

Desde el mes de diciembre de 2014, todos los centros municipales de Distrito (CMD) de la ciudad cuentan con un recipiente destinado a recolectar aceite de cocina usado donde los vecinos pueden depositar ese desecho –previamente envasado en una botella o frasco de plástico bien cerrado–, en el marco de la campaña destinada a su reciclaje para la elaboración de biodiésel destinado al transporte público de pasajeros. Igualmente, la iniciativa se nutre en mayor volumen con el aporte de locales gastronómicos, con el que se totaliza un promedio de unos 20.000 litros recolectados mensualmente.

El proyecto nace articulando esfuerzos entre las secretarías de Servicios Públicos y Medio Ambiente y de Producción y Desarrollo Local, la Empresa Mixta de Transporte Rosario SA y la Fundación de Investigaciones Energéticas y Municipales. El objetivo es minimizar el impacto que produce este residuo en el ambiente y destinarlo a la producción de biocombustible que se utilizará para impulsar el transporte urbano de pasajeros en la ciudad, reduciendo así también los gases nocivos que se producen al utilizar combustible de restos fósiles.

Según índices establecidos, aproximadamente por cada 1,2 litros de aceite usado se puede producir 1 litro de biodiésel, combustible que puede utilizarse en todo tipo de vehículos que funcionen con gasoil.

Una vez utilizado, el aceite de cocina pierde sus propiedades y se transforma en un residuo difícil de desechar y es entonces cuando surgen las inquietudes sobre cómo descartarlo de manera eficiente y disminuyendo su impacto.

El aceite de cocina contamina el agua y afecta la fertilidad de los suelos; además, al solidificarse obstruye las cañerías provocando tapaduras, por lo tanto nunca debe arrojarse por desagües ni sumideros.

Actualmente, aproximadamente 84,6 litros de aceite se recolectan por mes en los centros distritales, muestra del compromiso de los vecinos con el medio ambiente y del alto grado de participación y aceptación de las políticas públicas que se implementan en relación al tema.

La convocatoria a participar también se extendió a grandes consumidores de aceite de cocina, como son los locales gastronómicos, y en este caso el resultado arroja números optimistas: en promedio, la empresa habilitada para tal fin recolecta 20 mil litros de este residuo vegetal por mes.

Desde la Subsecretaría de Medio Ambiente reiteran el llamado a participar tanto a los vecinos como a los empresarios del rubro gastronómico; cuantas más voluntades se sumen mayor cantidad de aceite se recolectará disminuyendo su impacto negativo en el ambiente.

Una experiencia con resultados positivos

Entre agosto y diciembre de 2014 se realizó el primer testeo de biocombustible en los internos 158 y 159 de la línea 112 Negra de la empresa de transporte urbano de pasajeros público-privada, La Mixta.

La prueba consistió en monitorear durante 6 meses el funcionamiento de dos unidades 0Km de La Mixta de similares características, de manera comparativa. Una de ellas, funcionando alimentada por una mezcla de gasoil comercial y biodiésel proveniente de aceite vegetal usado, constituida por un porcentaje de entre el 17 al 20% de corte de biocombustible. La otra unidad, que actúa como testigo, es alimentada por diesel comercial, que contiene entre un 7 y un 10% de biodiésel.

Luego de realizar diez análisis por unidad, los resultados indican que los niveles de humo despedidos por los coches que usaron biodiésel fue significativamente más bajo que lo permitido por la regulación vigente.

Los resultados obtenidos muestran una tendencia clara en relación a las emisiones, que si bien en ambos casos, los niveles de humo son significativamente más bajos que lo permitido en la normativa, por tratarse de unidades nuevas, en el caso de la unidad con más biodiesel, el porcentaje es comparativamente menor. Las unidades con combustible tradicional se encuentran en el orden del 23% del máximo permitido y la unidad con más biodiésel estaría en un 12% de ese valor. O sea que genera hasta la mitad de contaminante que la unidad tradicional.

Desde la Subsecretaría señalan la intención de seguir en este camino y a mediano plazo poder tener en circulación la mayor cantidad de unidades de transporte urbano de pasajeros posible impulsadas con biodiésel.

En ese sentido, se alienta a grandes generadores del ámbito gastronómico a sumarse a la iniciativa para disponer el aceite vegetal utilizado; y a los vecinos, a colaborar llevándolo en envases plásticos bien cerrados a las campanas ubicadas en los CMD.

Además, desde el área se recuerdan las ventajas de utilizar biodiésel en el transporte público:

  • Se genera energía renovable, fuente de energía limpia y combustible 100% vegetal.
  • Al reutilizarse, estos aceites no se arrojan al río, lo cual impide una afectación al medio acuático (se forma una película sobre el agua lo que genera problemas ambientales graves).
  • Los combustibles vegetales no contienen sustancias nocivas para el medio ambiente (como bencenos hidrocarburos aromáticos).
  • Menor afectación en enfermedades respiratorias.
  • Valor agregado: de un desecho se genera un producto útil. 
  • En comparación con cualquier tipo de motor diésel (viejo, nuevo), mayor vida útil de los motores. 
  • Genera menor ruido y generación de humo negro.