Creciente: en plan de contingencia la Municipalidad desarrolló acciones en barrio El Mangrullo
Se trata del sector de zona sur más crítico ante el sostenido avance del río Paraná, donde se realizaron trabajos de higiene, adecuación de zanjas, desratización y campañas informativas.
Ante la sostenida creciente del río Paraná, el miércoles 30 de diciembre se realizó un operativo integral de distintas áreas operativas y de servicios de la Municipalidad en el barrio El Mangrullo del distrito Sur, donde habitan familias que podrían verse directamente afectadas por el avance del nivel de las aguas. Las tareas consistieron en la desobstrucción del sistema de desagües, desmalezado, desratización, limpieza y concientización en diversos sectores del barrio.
Funcionarios y trabajadores de distintas reparticiones se reunieron en el local comunitario El Mangrullo, espacio de la antigua sede del centro de salud zonal, en Mangrullo 4865. Una foto aérea sirvió en la oportunidad para marcar y mostrar las áreas relevadas y las familias censadas. Sobre esa base se coordinaron las acciones iniciales de este operativo ante el fenómeno meteorológico denominado El Niño que prevé la posibilidad de lluvias intensas a lo largo de este verano, a lo que se suma ahora la amenaza de la creciente.
Precisamente, de acuerdo a los pronósticos recibidos, el río seguirá creciendo, por lo cual se hace necesario implementar tareas de prevención en las zonas más vulnerables de la ciudad y El Mangrullo es uno de los puntos críticos.
Luego los equipos de trabajo recorrieron tres sectores que podrían estar afectados por el ingreso de agua proveniente del río y del arroyo Saladillo ubicados en la periferia de esos puntos bajos.
En ese aspecto, agentes de Higiene Urbana pidieron a vecinas y vecinos que mantengan los espacios comunes limpios para evitar obstrucciones en vías de drenaje. Por su parte, personal de Hidráulica concurrió con el camión desobstructor para proceder a la limpieza integral de las cañerías. "Estaban muy tapadas, con mucha basura, y cuando metemos la manguera a full sale el agua; destapamos todo. Es impresionante, ahí ves botellas plásticas que tapan todo. Y esto (señalando el curso del agua) va directamente al arroyo”, describió un operario.
Las condiciones de inundabilidad generan en estas zonas el ambiente propicio para la aparición de ratas y víboras, “algo que es habitual”, contó una vecina. Por ello, desde Control de Vectores reforzaron las acciones de desratización para reducir los riesgos.
Con todo, las previsiones difundidas por el Instituto Nacional del Agua (INA) llevaron a profundizar las labores precautorias pero los funcionarios aclararon que, por el momento, no existe riesgo de evacuación, aunque se mantiene el alerta y todas las medidas seguirán siendo estrictamente preventivas.
En ese marco también los vecinos fueron informados de los lugares donde retirarán las bolsas de arena que se facilitarán para construir defensas que impidan el ingreso de agua.
En el sector, las familias en riesgo ya están identificadas y tienen cada una su ficha. “Los conocemos, sabemos cuántos son, estuvimos en varias oportunidades, pero volvemos a hablar con ellos para saber si ante la crecida se quieren ir y si tienen dónde ir. Son cerca de 30 casas”, detalló una asistente de Desarrollo Social. A la par, en los próximos días profesionales especializados (ingenieros agrónomos) en arbolado urbano controlarán el estado de algunas especies que generan preocupación en el vecindario.
Un cartel colocado en el Centro de Salud advertía del operativo y permitió a muchos vecinos trasladar algunas inquietudes a los funcionarios.
En calle Swift y Messina el Área de Servicios Urbano trabajó en la eliminación de un basural cercano a la bajada al arroyo. En Cortada Costanera se pidió la construcción de un badén para desviar la posible llegada del agua y algunos pidieron mejorar la recolección de residuos.
"Cuesta pegar un ojo"
“Mire cómo está ahí, se está derrumbado, el agua se está comiendo la base de la casa”, dice Carlos, que llegó desde otro barrio para acompañar a un amigo. La imagen se profundiza día a día. La fuerza del agua del Saladillo crece a tal punto de socavar los cimientos donde se ubican las casillas de varias familias.
Al costado una trabajadora de Defensa Civil dialogaba con una vecina y entre ambas analizaban cuál sería el pasillo más adecuado para salir en caso de una emergencia.
“Ahí siempre le ponemos una valla de contención, con bolsas de arenas”, señala María Alejandra Silva e invita a pasar a su casa, en la que durante la última crecida “la correntada se llevó todo. Primero fue el baño, después la cocina y una habitación. Venía muy fuerte, se llevó todo”, repite y luego mostró cómo el agua debilitó también los cimientos de su casa y “me quebró toda la pared”. "¿Piensa en la posibilidad de irse del barrio?", le preguntan. Ella dice que se cruzará a la casa del hijo que vive a unos metros.
“Cuesta pegar un ojo, cuesta, casi nada duermo”, avisa María, “siempre estamos en alerta, preocupados por si sube el agua”, menciona y señala para dar cuenta de la gravedad del sector conocido como arenera.
No piensa dejar el barrio: “Irnos sería imposible, nosotros tenemos acá las canoas, vivimos de la pesca”, resalta. Ella y otros pobladores sienten el temor de que se repita lo vivido en otras oportunidades.
Marta cuenta que ya se mudó una vez, “pero vivimos del río, no podíamos dejar este lugar, acá están nuestras raices, nuestro trabajo”, concluye.
Centro de Salud "El Mangrullo"
MANGRULLO EL 5150
3415117293 \ 4809773