Exalcalde de Medellín en Rosario: pensar el turismo desde la experiencia de una ciudad que logró ser ejemplo
Sergio Fajardo fue el disertante de la charla «Nuevos acuerdos turísticos: el rol del turismo en la transformación de la ciudad».
Este miércoles por la tarde en el Hotel Savoy, se desarrolló la charla titulada «Nuevos acuerdos turísticos: el rol del turismo en la transformación de la ciudad», con la presencia de Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín y referente internacional por su trabajo en el abordaje de la violencia que sufría su ciudad y su proceso de recuperación integral. El destacado dirigente, que visita Rosario para intercambiar experiencias sobre seguridad y transformación urbana, desarrolla una intensa agenda en el marco de la iniciativa de articulación público-privada que lo convocó.
Con un auditorio colmado, la charla estuvo destinada a diferentes actores del sector turístico. Fajardo estuvo acompañado por Alejandra Mattheus, secretaria de Deporte y Turismo de la ciudad; Marcela Aeberhard, secretaria de Turismo de la Provincia de Santa Fe, y Rómulo Bertoya, presidente de la Fundación Rosario.
En la ocasión, Mattehus agradeció la presencia del disertante, destacó que el encuentro permite la comunión del sector turístico y celebró que se esté dando un proceso de reconstrucción de la confianza en la ciudad, posible gracias a la sinergia entre el sector privado, la provincia y la ciudad.
Antes de comenzar a narrar su experiencia, Fajardo aseguró que Rosario está lejos de ser Medellín. “Nada se parece Rosario a esa Medellín que tuvimos. Por fortuna para Rosario, el problema que nosotros tuvimos no es comparable en ningún sentido, fue una situación extraordinaria”.
Luego hizo un recorrido por algunas de sus experiencias a través de su trabajo en Medellín y explicó que llegó a ser alcalde representando "a un movimiento cívico, independiente, alternativo, éramos una expresión política muy diferente a las que habían pasado por la ciudad. Llegamos de otro mundo, yo vengo del mundo de la academia, las matemáticas”.
Su trabajo tuvo lugar en la segunda ciudad más importante de Colombia, una ciudad con muchos recursos, una importante historia y un pasado vinculado a la violencia narco y el terror. Sobre esto último, Fajardo aseguró: “Tenemos que reconocer lo que pasó, saber lo que nos hizo daño, entenderlo y transformarlo. Por eso hoy Medellín es tan turística como Cartagena y ha recuperado muchos eventos turísticos”.
En este contexto, destacó que “hay lecciones aprendidas que tienen sentido independientemente del lugar” y se refirió a la actualidad local: “Aquí hay una circunstancia que le duele a Rosario, que causa miedo, pero hay que entender qué es lo que está pasando ahí para transformar eso en la Rosario que ustedes quieren. Hay que reconocer que esto pasa, es doloroso, nos causa miedo, pero cómo respondemos ante un evento de esa naturaleza”, y recomendó: “Ante eso, tenemos que unir esfuerzos los diferentes protagonistas de la vida de esta ciudad. Lo que se tiene que hacer es el trabajo conjunto de todos los sectores de la sociedad. Todos juntos pensar la reconstrucción del tejido social y repensar a Rosario para pensarse ante el mundo”.
“Necesitamos la articulación de Rosario y quienes son protagonistas para articularse alrededor de un proyecto de recuperación”, dijo y agregó: “Hay que romper con la idea de que allá hay unos que son malos y acá unos que son buenos. Nosotros en los barrios donde no entraba un alma construimos lo más bello de la ciudad. Fuimos a reconstruir nuevos tejidos sociales”.
“Cómo hicimos para definir nuevos espacios: hicimos escaleras eléctricas, metro cable, bibliotecas. Nosotros diseñamos el terreno y creamos mecanismos para encontrarnos, lo que hicimos fue una intervención en toda la ciudad, en todos los espacios, y a toda la ciudad le estábamos contando lo que hacíamos todos los días, a todas las horas. Todo Medellín sabía que estábamos construyendo un parque Biblioteca en una montaña adonde no iba nadie. El día que terminamos el parque Biblioteca era la fiesta de todos: reconstruimos el tejido social y las personas participaron como protagonistas de esa transformación. Si la comunidad participa no habrá un político que se atreva a decir `borremos esto´”.
Según el dirigente colombiano, se pensaban los proyectos para la ciudad preguntándose: “¿Quién puede aportar? La comunidad, la universidad, y los invitamos a participar. Conduce el Estado porque fuimos elegidos, pero construimos el respeto y la confianza con el acompañamiento de los diferentes sectores de la comunidad”.
“Teníamos la convicción, el orgullo de estar cambiando esa ciudad. Todas estas cosas pueden pasar, pero se requiere que estén articulados. Lo único que resuelve es estar juntos, empezar a escribir otra historia, es aprovechar la riqueza que tienen en muchos sentidos para empezar a trabajar en eso”, manifestó y concluyó: “Lo que más convence es la pasión y la convicción”.