Las Serenateras del Lumière fueron premiadas por su labor en un encuentro nacional de abuelos
El galardón fue obtenido, por segundo año consecutivo, en El Abuelazo, fiesta que se desarrolla desde 1994 en la ciudad de Villa Carlos Paz, provincia de Córdoba.
El grupo Las Serenateras del Lumière fue galardonado –por segundo año consecutivo– con el primer premio por sus serenatas en el show de talentos que se realizó durante la Fiesta Nacional de los Abuelos, más conocida como El Abuelazo, que se desarrolla desde 1994 en la ciudad de Villa Carlos Paz, provincia de Córdoba.
La fiesta tuvo lugar del 7 al 10 de agosto y congregó a cerca de 500 personas de toda la Argentina y países limítrofes en la 20ª edición del encuentro, indicaron desde la Secretaría de Cultura y Educación municipal.
Con los sombreros y flores que las identifican, el grupo de mujeres dirigido por Alejandra Zambrini fue distinguido por segundo año consecutivo, con el primer premio en el show de talentos.
El grupo volvió feliz por su participación en el encuentro, por ser reconocidas en lo que más disfrutan hacer y por las palabras que el Jurado les dedicó: “Ellas, además de su solvencia artística, enamoran al auditorio con un derroche de alegría, simpatía, delicadez y elegancia”, señaló Zambrini.
El Abuelazo
Es la Fiesta Nacional de los Abuelos, nació en 1994 en Villa Carlos Paz, siendo este año su 20ª edición consecutiva. El evento que convoca a abuelos de todo el país, consiste en actividades de danza, canto y teatro que incluyen músicos en vivo, shows de talentos y el cierre con la elección de la Abuela y el Abuelo.
Las Serenateras del Lumière
Un ramillete de mujeres soñadoras y audaces que han tomado el compromiso de mantener viva la bella tradición de la canción dedicada para comunicar un sentimiento, la serenata. Este alegre grupo nacido en 1998 cuenta con la dirección artística de la actriz, cantante y docente Alejandra Zambrini, quien acompaña al grupo desde sus comienzos.
Desde hace años recorren la ciudad y sus alrededores llevando mensajes de amor, alegría y buen vivir. Visitan constantemente escuelas, clubes, hospitales, geriátricos, cárceles, hospitales psiquiátricos, parroquias, centros vecinales, centros culturales, centros de de jubilados y fiestas familiares. Ellas transforman la nostalgia de antiguos valses, rancheras, tangos y milongas en una celebración de la vida, en una contagiosa alegría de existir.