25 de noviembre

Temas del día

Desarrollo social

Distritos

Entregaron máquinas de coser para el taller de Diseño de Indumentaria de barrio La Cerámica

Las herramientas permitirán la producción de ropa a mayor escala, lo que significará el puntapié inicial para el desarrollo profesional y cooperativo de quienes asisten a la capacitación.

En el Centro Integrador Comunitario de barrio La Cerámica, ubicado en Molina y República de Irak, se entregaron máquinas de coser profesionales para el taller de Diseño de Indumentaria que se lleva a cabo desde el año pasado y que logró trascender notablemente el ámbito del aula, generando proyectos grupales y afianzando lazos entre las 40 mujeres que participan del mismo. La entrega se llevó a cabo en la tarde del miércoles 13 de mayo, y contó con la presencia de la coordinadora de Cultura del CMD Norte, Mónica Ferrero; deValeria Pena, coordinadora del CIC; y de Hebe Pierobon, encargada de llevar adelante el taller, así como de las asistentes a la capacitación.

En el marco de los Talleres Culturales en tu Barrio que brinda el municipio, durante 2014 surgió la idea de llevar a cabo dos grandes e innovadoras propuestas que tuvieran que ver con pensar un espacio de trabajo, donde se brinden herramientas a jóvenes y adultos para que, en el futuro cercano, puedan desarrollar algún tipo de actividad o generar un emprendimiento.

Así surgieron el taller de DJ's y producción de música electrónica, cuyos participantes grabaron a fines de 2014 un CD y tocaron para miles de personas en el galpón de Juventud y en el balneario la Florida, y el de Diseño de Indumentaria, ambos con apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia .

En el taller de Diseño de Indumentaria se trabaja con mujeres de barrio La Cerámica y alrededores, emprendedoras y creativas, que trabajan desde la puesta en marcha del espacio en el aprendizaje de confección de moldes, costuras y texturas.

Las primeras prendas fueron confeccionadas, expuestas en desfiles y luego vendidas. A través de un subsidio otorgado por el gobierno santafesino, se logró la adquisición de tres máquinas de coser profesionales: recta, collareta y remalladora, además de telas, reglas, papeles para moldes, cierres, botones e hilos.

Esta adquisición permitirá continuar produciendo indumentaria a mayor escala, lo que significará el puntapié inicial para el desarrollo profesional y cooperativo del grupo de mujeres.

“A todas les gusta la moda, y ésta se puede generar desde la personalidad y también desde un contexto distinto, la moda es expresión”, asegura Hebe Pierobon, a cargo del taller.

Hebe, quien también dicta cursos en los distritos Noroeste y Oeste, asegura que los talleres de costura y producción de indumentaria funcionan como un espacio de contención. “Este taller se presta para la charla, de acá surgen cosas profundas”, asegura. Pierobon comenzó a trabajar desde la Escuela de Indumentaria y asegura que cuenta desde un principio con el apoyo incondicional de los coordinadores distritales y de las propias alumnas que “son muy entusiastas y trabajadoras”.

“Ya tenemos las telas, las máquinas e hilos, ahora preparamos la moldería para llegar en el mes de agosto -si todo sale bien- a presentar la colección primavera-verano en un desfile-evento”, dijo  entusiasmada. “La idea es llegar a tener una buena producción, ahora que tenemos las máquinas, y armar prendas para vender en ferias. Ya tenemos cerca de 30 y vamos por más”, agregó.

Desde este año, el taller de Diseño de Indumentaria incorporó un segundo nivel y se amplió la experiencia al CEDEIFAM, institución de barrio La Esperanza donde el taller tiene muy buena convocatoria.

Más de 40 mujeres participan de la propuesta para aprender, crear y producir prendas para ellas y sus familias, y algunas también se le animan a un emprendimiento productivo.

Esta iniciativa permite a este grupo de mujeres aprender en un marco de convivencia, respeto y creatividad. Ellas mismas construyen día a día la posibilidad de transformar su propia realidad: aprender y tener la oportunidad de emprender. Y estas acciones van de la mano de esa transformación.

Testimonios

De madre a hija: Camila tiene 14 años y desde el año pasado acompaña cada miércoles a su madre, Cristina, al taller de Indumentaria en su barrio, a pocas cuadras de su casa. Va a la escuela Nº 309 Ovidio Lagos de barrio Rucci, y practica remo tres veces por semana en el club Remeros Alberdi, actividad que realiza a través de Deporte Comunitario, gracias a un convenio de la Subecretaría de Recreación y Deportes municipal con el club. “Lo que más me gusta es crear; mi mamá es la que produce y aunque yo ya sé cortar y coser, me gusta más inventar prendas”, comentó la joven, mientras mira a su mamá que cose al otro lado del salón.

Una marca propia y disfraces de princesa: Sandra tiene 38 años y 4 hijos, es de barrio La Cerámica, y cuenta que trabaja para una fábrica desde su casa, ubicada a tres cuadras del CIC. “El rubro textil es muy duro y las empresas que nos contratan para que les hagamos el trabajo de costura no pagana muy bien”, indica.

“Yo coso desde los 14 años y trabajo para afuera, recién con este taller sé cómo hacer un molde de verdad y no a ojo”, confiesa. “Aquí aprendimos técnica y trabajamos en equipo; éste es un grupo muy unido, y la idea es tener nuestra propia marca, que todavía no tiene nombre, pero seguramente lo tendrá muy pronto”, agregó.

“Lo que más me gusta es hacerme un tiempo para hacerle ropa a mis hijos, tengo una pequeña a la que le hago disfraces de princesa y uno de 20 años que hace boxeo y le estoy haciendo la capa para la pelea del sábado. Hoy la corto”, terminó diciendo.